NEONAZIS
¿Cuál es el objeto del neonazismo? O quizás sería mejor preguntar ¿Cuál debería ser su objeto? Si existiera un parque temático en el que se pudieran reservar espacios a los grupos más extraños y exóticos, sin duda uno de los lugares más solicitados sería el ghetto de los neonazis. Tanta es la curiosidad que despiertan. Suelen moverse en grupos, pertenecer a la clase trabajadora blanca y vivir en barrios en los que la cantidad de inmigración todavía no ha alcanzado ciertos niveles exagerados cada vez más habituales en nuestros pueblos y ciudades. Sin embargo, el nazi comun, más que a un grupo político o ideológico de activistas implicados, que reclaman con fuerza el derecho a decir claramente lo que piensan y a luchar por ello, pertenecen a una suma de individuos centrados en si mismos y con poca o ninguna fuerza o repercusión social verdadera. Especialmente marcada en ellos es la preferencia por unas ciertas marcas de ropa y calzado, fetichismos de subculturas más o menos anticuadas. Preferencia desde la cual también atacan otras formas estéticas, claramente diferenciadas, como las de los punks, sharps o pijillos. Suelen ser personas que ya sólo por su estética escogen diferenciarse radicalmente del resto de la sociedad, que escogen sentirse exclusivos adoptando un exotismo que los pone prácticamente al mismo nivel que los Amish en Estados Unidos, o de las mujeres musulmanas ahogadas en un burka. Frikis que se regodean en su frikismo porque eso les hace diferentes, y que todavía se sienten especiales con ello - todo sin saber que no responden más que a un fenómeno propio de este tiempo, sus contradicciones y sus escandalosas decadencias. Personas asi, ¿pretenden todavía convencernos que capitanean alguna clase de revolución transformadora, encaminada al parecer, no tan solo a transformar el orden político-económico que nos asfixia, sino incluso al mismísmo espíritu de nuestro tiempo? El trabajo cotidiano y la cercanía al pueblo son las condiciones propias del patriota. Sí, ¡patriota! Esa palabra también es despreciada en los círculos más auténticamente nacionalsocialistas, vestidos con sus camisetas de importación USA de Aryan Brotherhood. Los auténticos nacionalistas se consideran defensores de la más profunda pureza del pueblo más allá de esa falsa forma llamada Patria. En realidad: nada más que racistas disfrazados de ideología de importación. Dicen defender lo “nuestro” repitiendo los discursos traducidos de líderes del KKK como David Duke, defendiendo numerologías y proclamas baratas de un tarado de la america profunda llamado David Lane y reinventándose como miembros de una hermandad aria universal, en lucha por la existencia de la raza blanca mundial. Estamos en España, aquí ya hay suficientes problemas como para que sea necesario comenzar a levantar causas virtuales, creaciones propias del mundo post-internet. Juegos absurdos para mentes demasiado ociosas, cuyas repercusiones políticas están inevitablemente condenadas a quedarse en la nada, una mera anécdota para asociales y jóvenes con problemas de identidad. La Patria, eso tan denostado por muchos de ellos - seguro que por demasiado cercano, por exigir demasiada responsabilidad - es la única verdadera causa, piedra angular de la lucha contra el imperialismo capitalista y globalizador. Nuestro pueblo, atónito y atontado, está siendo arrastrado a un ritmo frenético directamente hacia el abismo. ¿Acaso son pocos los problemas que sufrimos como para que encima debamos escuchar los cantos de sirena de gentes que jamás pisaron nuestra tierra, mucho menos la amaron? Sí, patriotas. Porque patriotas es lo que somos, lo que debemos ser. Defensores de un pueblo: el nuestro. De nuestra cultura hispánica, tradicional enemiga de ese protestantismo anglosajón que nutríó la cosmovisión del Ku Klux Klan. Y también defensores y amantes de una identidad, nuestra estirpe española, que se rebela contra esa obscena homogeneización contenida en la idea de las catorce palabras, según las cuales nosotros somos lo mismo que los griegos, ingleses, rusos, alemanes o hasta rumanos y que, como no, fue importada de un pais sin raices ni cultura como Estados Unidos. No está en el seguir modas lejanas y pasajeras la solución a nuestros problemas, sino en escuchar el grito de la pasión por lo cercano, por lo propio y eterno. Podemos discutir la manera de seguirlo, hay diversas ideas y facciones. Algunas con un claro desarrollo y contenido, objetivos claros y posibilidades reales - otras parece que existan sólo para satisfacer la necesidad de autoafirmación y egolatría de unos pocos. Pero esta es una muy otra discusión, ya mucho más larga. La cuestión aquí y ahora es: España. Nuestra tierra, nuestra patria. ¿Estamos dispuestos a salvarla? ¿Queremos que la tierra de nuestros antepasados pueda seguir siendo la tierra de nuestra descendencia? Entonces comencemos a reflexionar sobre la mejor forma de hacerlo, que sea realista y que sea nuestra, y sólo a partir de ahí encontrar la via que lo haga posible. Una via española para defender nuestra tierra y nuestra identidad.
1 comentario
Ernest Röhm -
http://cronicas-de-spectator.blogspot.com/2012/03/la-sombre-del-yunque-en-espana.html
http://www.generaccion.com/noticia/116087/neonazis-peruanos-publican-fotos-facebook
http://diepresse.com/home/panorama/welt/731374/NeonaziMorde_Weitere-Festnahme-in-der-Schweiz
http://asalto-neonazi-a-mexico.blogspot.com/2008/10/las-dos-cabezas-de-la-hidra.html
http://peru.com/actualidad/fotos-aparicion-neonazis-limenos-facebook-noticia-15677